Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad Tecnológica de Delft (Holanda) y la Universidad de Yale (Estados Unidos), han desarrollado un proceso automatizado para cuantificar la abundancia de especies bacterianas y establecer patrones de convivencia y competición entre las que conviven en comunidad. Los resultados de su exhaustivo análisis, que aparecen publicados en la revista Science, indican la importancia del contexto comunitario para comprender los orígenes de la convivencia en sistemas complejos, independientemente de la relación entre dos especies bacterianas concretas.
El proyecto Science by Women, de la Fundación Mujeres por África (FMxA) tiene como objetivo visibilizar a investigadoras científicas africanas, empoderarlas para que sean protagonistas de la transición de África hacia una economía basada en el conocimiento y la innovación y promover su internacionalización.
Para lograr este ambicioso objetivo, FMxA colabora con 26 Centros de Excelencia españoles, cuyo prestigio es reconocido unánimemente en toda España e internacionalmente, asegurando así la excelencia en la investigación científica en diversos campos.
EMBO (European Molecular Biology Organization) anuncia hoy el nombramiento de 60 nuevos miembros de su organización entre los que se encuentra la investigadora Pilar Cubas, del CNB-CSIC. Los nuevos miembros de EMBO se eligen anualmente en reconocimiento a sus logros en investigación y por su contribución a la excelencia científica en el ámbito de las ciencias de la vida.
Los galardonados de este año han sido reconocidos por contribuciones que abarcan todo el espectro de la investigación en ciencias de la vida, incluidos trabajos que han desmitificado el sistema inmunitario, avanzado en la comprensión de nuestros sentidos y facilitado enfoques innovadores para el desarrollo de vacunas.
Además de los 60 miembros, hay otros 9 nuevos miembros asociados de EMBO, de los cuales 35 son mujeres (51%) y 34 hombres (49%) y residen en más de 20 países. En estas nuevas incorporaciones se encuentra también el investigador Marco Milán del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB).
Fernando Moreno-Herrero, investigador del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), recibe este año el Premio “Manuel Rico” Bruker de la Sociedad de Biofísica de España como reconocimiento a su trabajo pionero en el desarrollo de la biofísica molecular usando la Microscopía de Fuerzas Atómicas y las Pinzas Magnéticas.
Investigador del CNB-CSIC desde septiembre de 2009, Moreno-Herrero lidera el grupo de Biofísica Molecular de Proteínas Reparadoras de ADN. El interés principal del grupo es el desarrollo y uso de técnicas biofísicas de molécula única para estudiar propiedades mecánicas y estructura de ácidos nucleicos, así como los mecanismos de acción de máquinas moleculares de proteína involucradas en la reparación, replicación y mantenimiento del ADN.
Las dinámicas sociales son moldeadas tanto por las acciones individuales como por las tendencias colectivas que emergen cuando las personas se juntan. Con todo, el comportamiento de los sistemas sociales cambia cuando su tamaño cruza ciertos umbrales, lo que implica que los comportamientos emergentes comiencen a dar forma al destino del conjunto, anulando la dinámica más directa de cada una de las partes. Este es el punto de partida del trabajo desarrollado por investigadores de la USC y del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC en el artículo titulado ‘A spectrum of complexity uncovers Dunbar’s number and other leaps in social structure’. A través de un novedoso análisis matemático, la investigación publicada en Chaos, Solitons & Fractals determina escalas (números de personas) en las que la complejidad de un grupo social se ve incrementada de manera especialmente intensa. Los resultados son de potencial aplicación en economía o política, por ejemplo, a la hora de comprender como cambiará la complejidad de una empresa o una región al crecer por encima de un cierto tamaño.
La resistencia de las bacterias a los antibióticos es una de las principales amenazas globales de salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta pandemia silenciosa causa aproximadamente 700.000 muertes al año y, si no se revierte la tendencia, podría convertirse en 2050 en la primera causa de mortalidad con 10 millones de muertes anuales. Ahora, investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del CSIC publican en la revista Nature Communications un estudio que muestra cómo la sensibilidad colateral puede inducirse de forma temporal, algo no descrito hasta la fecha, para evitar la aparición de cepas bacterianas resistentes a los antibióticos y para mejorar la respuesta terapéutica de fármacos antibacterianos ya existentes.
Se trata de la “sensibilidad colateral transitoria”, llamada así por los investigadores del CNB-CSIC firmantes del estudio Sara Hernando-Amado, Pablo Laborda y José Luis Martínez. Si la sensibilidad colateral es la compensación evolutiva por la que la adquisición de una mutación de resistencia a un antibiótico por parte de una bacteria conlleva mayor sensibilidad a otro, el tipo de sensibilidad colateral descrita por los investigadores destaca por ser inducible de forma temporal, por evitar la aparición de mutaciones de resistencia a los antibióticos en las bacterias tratadas y por proporcionar una mejora terapéutica en el uso de antibióticos ya comercializados.