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Nueva convocatoria de la edición "Ella Investiga" de la Fundación Mujeres por Africa
  •  15 centros de investigación de excelencia entre los que se encuentra el CNB acogerán a científicas africanas a partir de enero de 2020.

El proyecto Ellas Investigan, de la Fundación Mujeres por África tiene como objetivo visibilizar a investigadoras científicas africanas, empoderarlas para que sean protagonistas de la transición de África hacia una economía basada en el conocimiento y la innovación y promover su internacionalización.

En esta quinta edición del programa, serán 15 los centros participantes en el programa. La convocatoria estará abierta hasta el 30 de septiembre de 2019 y se espera la recepción de un centenar de solicitudes de científicas africanas dentro de las áreas en las que más incide el programa y que son las prioritarias para el desarrollo sostenible del continente africano: salud y biomedicina, agricultura y seguridad alimentaria, agua, energía y cambio climático.

Las interesadas en realizar estancias en el Centro Nacional de Biotecnología deben contactar previamente con el grupo investigador de su interés para obtener una carta de aceptación de dicho grupo receptor que adjuntar en su solicitud.

Más información y  presentación de solicitudes en la web del programa

Jueves, 01 Agosto 2019 17:26

Carlos Enríquez (1963-2019)

Carlos Enríquez (1963-2019)

Tras el fallecimiento de nuestro compañero Carlos Enríquez, desde el CNB expresamos nuestro dolor por su pérdida  y mandamos un fuerte abrazo a su familia.

Le recordamos con las emotivas palabras de Lluís Montoliu

Un centro de investigación es una pequeña ciudad. Una colectividad en la que convive mucha gente, que va sucediéndose a lo largo de los años, cada cual realizando su función, para que todo el engranaje siga rodando perfectamente. En un centro coinciden los investigadores, de diversos tipos (en formación, postdoctorales, visitantes, responsables de grupo), el personal administrativo y de servicios (limpieza, seguridad, cafetería, etc…) y por supuesto el personal técnico y de apoyo a los laboratorios, quienes contribuyen con su trabajo a la adecuada ejecución de los proyectos de investigación. Muchas veces se trata de personas transparentes. Frecuentemente no reparamos en su trabajo, aunque su labor sea fundamental. Su presencia es esencial para que todo funcione correctamente, para que las logísticas y las rutinas departamentales sigan operativas sin que nadie se percate. Para que los reactivos y soluciones estén en el cajón o el estante donde esperamos encontrarlas. Siempre listas. Siempre a punto.

Carlos Enríquez era uno de estos técnicos de nuestro centro. Probablemente estaba entre quienes llevamos más años conviviendo en el CNB, más de 25 años en su caso. Había pasado por diversos laboratorios y por diversos servicios. Ahora llevaba ya muchos años de técnico de nuestro departamento de biología molecular y celular, encargado de la preparación y facturación de los medios y soluciones para cultivos celulares de los laboratorios de la primera planta del CNB. Su personalidad extrovertida y su irrefrenable gusto por la conversación espontánea, a todas horas, hacía inevitable que cualquiera de los habitantes del centro no le conociera. Todos recordamos en algún momento haber escuchado sus historias, sus aficiones, sus achaques, sus chistes. Reconozco que, en más de una ocasión, sin tiempo para detenerme a conversar, le había dado una palmadita en la espalda, tras saludarlo, emplazándole a otro momento para hablar. Y su respuesta era siempre una sonrisa, con la que te reconfortaba la mala conciencia que te quedaba por no haber podido detenerte a charlar con él.

Carlos Enríquez estaba cuando se le necesitaba. Nos había hecho favores a todos. Recordaba detalles personales de cada uno de nosotros, de dónde éramos, nuestras familias, nuestras vacaciones, etc… Por supuesto, a raíz de su afición por la fotografía muchos recordaremos las fotos de grupo que nos tomó, fuera y dentro del CNB. O para echarnos una mano en cualquier remodelación de los laboratorios. Estaba presente en las fiestas, en las actividades sociales y culturales, en el grupo de teatro, en la coral del campus, y en muchos otros grupos espontáneos que se formaron en el centro a lo largo de todos estos años.

Tampoco olvidaba sus orígenes en el CBMSO, donde coincidió con Antonio Varas y Luis Yuste, que también se trasladaron al CNB, abordando la secuenciación del genoma del virus de la peste porcina, bajo la supervisión de Paco Rodríguez, en el laboratorio de Eladio Viñuela. Seguía cultivando la amistad con sus ex-compañeros del CBMSO mediante visitas o comidas periódicas.

Todo ello terminó abruptamente el pasado lunes, 29 de julio, de forma inexplicable. Esta pequeña ciudad que es el CNB perdió uno de sus habitantes. Carlos Enríquez ya no está en el centro, pero su huella y su recuerdo persistirán.

Se pone en marcha la primera planta semiindustrial para recuperar nutrientes de purines porcinos con cultivos de lenteja de agua
  • El proyecto LIFE LEMNA presenta el primer prototipo semiindustrial de Europa basado en la tecnología de cultivo de lenteja de agua (Lemna) para la recuperación de nutrientes contenidos en los purines excedentarios de porcino.
  • La instalación, de 250 m2, puede producir más de 17t de biomasa/ha·año, con una productividad de proteína de origen vegetal 6-7 veces mayor que la obtenida en el cultivo de soja
  • La lenteja de agua es una pequeña planta acuática menor de un cm, flotante, de forma circular y de color verde hierba intenso, que es capaz de absorber los nutrientes contenidos en los residuos ganaderos de forma muy eficiente y transformarlos en una biomasa rica en proteínas.

El proyecto europeo LIFE LEMNA busca soluciones que reduzcan el impacto medioambiental generado por la acumulación de nutrientes en los purines excedentarios de la ganadería intensiva. Encontrar soluciones ambiental y económicamente viables para estos materiales es una prioridad en España y el resto de la UE debido a la problemática de contaminación por nitratos y emisiones de CO2 asociada. Además, reducir la huella ambiental de los productos cárnicos va a resultar un factor de competitividad en el futuro por lo que el sector necesita encontrar soluciones.

Para ayudar a resolver este problema, el centro tecnológico AINIA, junto con el Centro Nacional de Biotecnología (CNB) perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y las empresa Porgaporcs y ECOBIOGAS, han desarrollado la primera planta piloto a escala semi industrial de Europa que permite recuperar los nutrientes (nitrógeno, fósforo) de los purines, y reutilizarlos en la propia zona en la que se generan.

Nazario Martín, ex presidente de COSCE, con Carmen Simón y Perla Wahnón, nueva presidenta de COSCE

Carmen Simón, investigadora del Departamento de Genética Molecular de Plantas en el CNB y directora del departamento de Posgrado y Especialización del CSIC ha recibido el premio de la Confederación de Sociedades Científicas Españolas (COSCE) 2019 a la Difusión de la Ciencia por su continua y dilatada labor en la difusión de la ciencia.


El jurado ha resaltado sus participaciones en medios de comunicación (radio, TV, prensa escrita, charla TEDx, twitter o Facebook), la publicación de libros (Todos somos científicos, Ciencia… y yo quiero ser científico) y la organización de actividades científicas para niños en Apadrina la Ciencia, una organización sin animo de lucro para promover la investigación y el desarrollo de proyectos científicos de la que es actual presidenta y socia fundadora.

Además, el jurado ha destacado su búsqueda activa de aportaciones de donantes particulares, fundaciones y empresas, lo que ha permitido a Apadrina la Ciencia realizar la convocatoria de premios a tesis doctorales, ayudas para grupos de jóvenes emergentes y contratos de un año de duración para ayudar a jóvenes investigadores a concluir su tesis doctoral. En esta línea solidaria, Carmen Simón ha decidido donar íntegramente el importe del Premio a la asociación que preside para emplearlo en contratos de jóvenes investigadores.