Las células natural killer (NK) son leucocitos que detectan y eliminan infecciones por virus. Al contrario que los linfocitos T, no necesitan haber visto el virus previamente para responder (pertenecen a la respuesta innata), sin embargo, para ser eficientes
han de completar un proceso de maduración muy preciso. Gracias al estudio de una paciente con inmunodeficiencia congénita que carece del gen que codifica para CD247, fundamental para ensamblar el receptor del linfocito T, investigadores del CNB-CSIC
han detectado que esta proteína también es indispensable para la correcta maduración de las células NK.