Un estudio, financiado por la Fundación Domingo Martínez, demuestra que la proteína superóxido dismutasa 3 (SOD3) es esencial para reprogramar los vasos sanguíneos que irrigan los tumores y potenciar el efecto de fármacos antitumorales. Los resultados, publicados en la revista Nature Communications, abren una nueva vía para mejorar la eficacia de tratamientos contra el cáncer ya existentes.