Jueves, 21 Abril 2016 15:04

El CNB celebra una jornada de debate por el Día Mundial de la Propiedad Intelectual (26 Abril)

El Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) se une a las celebraciones que tendrán lugar en todo el mundo el martes 26 de abril con motivo del Día Mundial de la Propiedad Intelectual. Tres ponentes de la industria biotecnológica compartirán sus experiencias sobre el papel que juega la propiedad industrial en sus modelos de negocio.


SeminarioDeInnovacionCon motivo del Día Mundial de la Propiedad Intelectual el próximo 26 de abril, en el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (CNB-CSIC) se celebrará una jornada-debate bajo el título “El valor de la propiedad intelectual para la industria biotecnológica”. De la mano de varias empresas del sector se analizará la necesidad o no de proteger los resultados de una investigación mediante patentes u otras formas de propiedad industrial, según el modelo de negocio.

Antonio Ramos, fundador de Proteobotics; Jorge Alemany, director de la oficina madrileña de Spherium Biomed y Pablo Pomposiello, fundador de Bacmine S.L. serán los ponentes de una jornada que ha sido organizada por Ana Sanz, responsable de innovación del CNB-CSIC. Con sus intervenciones se busca hacer conciencia en el mundo de la biotecnología de la importancia que tiene la salvaguarda del conocimiento generado en los centros de investigación. Además, se pretende abrir un debate que invite a los asistentes a reflexionar sobre cuál es la mejor estrategia de protección en cada caso, dependiendo del modelo empresarial que se quiera desarrollar y el tipo de conocimiento generado.

Este evento se suma a otros muchos promocionados por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO, por sus siglas en inglés) que tendrán lugar por todo el mundo con motivo de este día. En cientos de lugares del planeta se realizarán acciones para resaltar la importancia de la propiedad en todos los ámbitos en los que existe creación intelectual.

Patentar o no patentar, esa es la cuestión

La biotecnología es un campo en el que se producen avances tecnológicos con bastante rapidez, pero el retorno económico puede ser muy lento. La propiedad industrial (patentes o know how) es, en muchos casos, importante para asegurar el retorno de la inversión realizada en investigación y desarrollo desde los centros públicos.
Según Sanz, “en biotecnología, la patente es la forma de protección de la propiedad industrial más común. Es importante para que los resultados generados en centros de investigación públicos como el CNB-CSIC lleguen a la sociedad a través de su licencia a empresas”.

“Sin embargo –puntualiza Sanz–, no siempre es conveniente proteger las invenciones mediante una patente. Mientras que en biomedicina muchas veces sí que es lo más adecuado porque la inversión en un fármaco es muy alta, en otros ámbitos, por ejemplo en biotecnología industrial, las patentes puede que no sean necesarias”.
Según Sanz, en muchas ocasiones se pueden transferir productos a las empresas sin que estén protegidos por patentes.

“La estrategia a seguir depende mucho del modelo de negocio de la empresa. Espero que tengamos ocasión de debatir entre todos sobre este asunto en la jornada del día 26”, concluye.

 

La apuesta por la propiedad intelectual en el CNB-CSIC

La investigación realizada en el CNB-CSIC se aplica a diversos campos como la medicina, la agricultura y el medio ambiente. Según resalta Sanz, la misión del CNB es “desarrollar soluciones a algunos de los problemas a los que se enfrenta nuestra sociedad, como la salud o la contaminación ambiental. En el CNB-CSIC investigamos para mejorar nuestras vidas”.

La protección de los frutos generados por las distintas líneas de investigación del centro se realiza principalmente a través de patentes. Pero, como indica Sanz, no siempre patentar es la mejor opción. “Las patentes son un método de protección que aplicamos a ciertos resultados con viabilidad comercial. Por eso es importante estar en contacto con empresas e inversores, para saber cuáles son las necesidades del mercado y que los investigadores puedan ofrecer soluciones a dichas necesidades”, indica Sanz.

Otra forma en la que el CNB-CSIC apuesta por la innovación, además de la transferencia de tecnología hacia empresas ya establecidas, es el fomento de la creación de nuevas empresas o spin-offs entre sus investigadores. En palabras de Sanz, “ayudamos a los investigadores en su espíritu emprendedor para generar nuevas spin-off. Esta es la opción ideal, porque las patentes que surgen de centros de investigación como el nuestro son casi siempre muy embrionarias y se requieren pruebas de concepto antes de acercarlas al mercado. Por eso licenciar estas patentes a empresas es muy difícil. Una vez hechas estas pruebas, se minimiza el riesgo y es más fácil que una empresa grande se interese. Una spin-off puede ser el entorno adecuado para hacer estas primeras pruebas”.

El CNB-CSIC es un centro de investigación que desde sus inicios ha querido apostar por la traslación de la investigación y por la generación de conocimientos que repercutan en la vida de las personas y fomenten el avance de la sociedad de la mano de la ciencia.